Disimulando a ver quién puede más

domingo, 26 de diciembre de 2010

Volver atrás...


La inocencia es un término que describe la carencia de culpabilidad de un individuo con respecto a un crimen. Puede también ser utilizada para indicar una carencia general de culpabilidad con respecto a cualquier clase de crimen, de pecado o de fechoría.
¿Crimen? no, lo mío no es crimen, ni fechoría. Quizás pecado sí. Pecar de lujuria, sí, pero pecar.
La inocencia que antes firmaba cada uno de nuestros actos, aquella que nos caracterizaba. A todos. Éramos nosotros, solo pequeños proyectos de adultos que querían crecer rápido. Y ahora, en el ecuador de ese propósito, la necesitamos. Yo la necesito. Necesito ser esa niña. La inocencia al actuar, al pensar, al hablar, al abrazar, incluso, al besar. La necesito. A aquella que parecía eterna. 
Dicen que crecemos, que cambiamos, maduramos... al fin y al cabo, nos transformamos. Nosotros, no somos los mismos. 
Ahora solo pensamos en salir, beber, bailar y si algún Romeo que pasa por allí nos canta al oído, nos tiramos corriendo desde el balcón. ¿Para qué? ¿Para una noche? ¿Para ver nosotras mismas que somos libres? ¿Que no queremos nada más que eso? ¿Para pecar de lujuriosa? Pero no... Odio esos días... ESTOS días. Pero siempre se repiten. 
...Ahora mi inocencia 
comienza a pesar en mí

"Sí. Él lo olvidó. Pero yo también. Lo olvidé. No solo a él, también a mi misma.
He olvidado cómo soy yo. Como era."

No hay comentarios:

Publicar un comentario